Hagamos un viaje al pasado, la fecha 19 de septiembre del 2017, la Ciudad de México volvía a ser sacudida por un terremoto de 7.1 grados. Una de las zonas más afectadas de la ciudad fueron las colonias Roma y Condesa, lugar dónde 8 meses después celebramos una edición más del Festival Marvin.
Recordar la tragedia, pasar por calles dónde hay “edificios fantasma”, sentir la energía de aquellos que perdieron la vida. Todo eso ha ido cambiando con el pasar del tiempo, la tristeza que en su momento se vivió ahora es alegría, fiesta y diversión en cada rincón del corredor Roma-Condesa.
El Festival Marvin aparte de traernos grandes anécdotas, increíbles momentos y música fenomenal nos recuerda que a pesar de la furia de la naturaleza, las discusiones por quién vamos a votar y la “falta de fe” en nuestro sistema político y de seguridad, la música puede salvarnos.
La unión, el gozo, el festejo de estar vivos y escuchar a tu banda favorita, ver a tu standupero de preferencia, encontrarse al amigo entre la multitud, besar aquel ser amado al son de la música, apreciar la belleza de las mujeres asistentes, abrazar a la persona de junto al terminar el slam, brindar con desconocidos y cantar en una sola voz cada verso de la canción. ¡La alegría regresa a nuestros corazones!
Termina una edición más del Festival Marvin CDMX y en la mente queda lo que vimos en cada foro, quedan las fotos y vídeos que subimos a Instagram, quedan las risas y sonrisas plasmadas en la memoria de cada artista al subirse en el escenario.
Pero no nos podemos despedir sin agradecer a todos: A los señores que manejaban las camionetas y así llegar a tiempo, a los que te servían tu trago con una sonrisa, a los que cuidaron de ti dentro y fuera de los venues, a los músicos y standuperos que nos hicieron gozar al máximo, a los ingenieros de sonido y luz que hacen aún más memorable la presentación, al que te prestaba su encendedor para tu cigarro, a los organizadores, a los fotógrafos que capturan la esencia de cada show.
Sin embargo, los que se llevan el aplauso de pie, la ovación con todo y gritos: Eres tú. Tú, el que está leyendo esto y haces posible que cada festival sea diferente a otro. Tú, el que comparte con nosotros la felicidad e ilusión. Tú, el que llena un foro y ofrece su voz al cantante. Tú, el que hace 8 meses salió a las calles ayudar a nuestros hermanos y hoy canta, baila y salta con un corazón lleno de fe y esperanza. ¡Gracias!
Por: Oscar Rosas.
