Con una puesta en escena impactante y realizando un recorrido por sus más de 18 años de exitosa carrera musical, Miranda! desplegó en el Pepsi Center toda su simpatía, haciendo bailar a los más de siete mil asistentes que se presentaron el pasado sábado 24 de agosto.
En medio de una atmosfera retro con iluminación de neón e imágenes coloridas en la pantalla central, Alejandro Sergi y Juliana Gattas hicieron estremecer a todo el público con una energética lista de canciones, que incluyó temas como “Bailarina”, “Romix”, “Iman”, “Déjame”, “El profe”, “El agente”, “Uno los dos”, “Vete de aquí”, “Navidad”. El momento de mayor euforia llegó de la mano de los hits “Perfecta” y “Prisionero”.
Durante dos horas de show, el público disfrutó de una noche inolvidable que incluyó cambios de vestuario, una excelente puesta visual y coreografías, logrando una conexión hipnótica con la audiencia mexicana que bailó y coreo cada una de las canciones de sus ya icónicos primeros álbumes Es Mentira, Sin Restricciones y El Disco de mi Corazón.
“Bajamos del escenario del Pepsi Center llenos de emoción por todo el cariño y amor recibidos por parte del público mexicano. Fue el show más convocante que hemos hecho en nuestra historia con Ciudad de México. Y lo especial no fue solo la cantidad de gente, sino el espíritu romántico/fiestero que se contagió entre los presentes. ¡Hasta los fotógrafos cantaban! Amamos México, y el sábado por la noche nos consintieron inolvidablemente. Solo puedo agradecer y disfrutar del recuerdo para siempre” expresó Ale Sergi.
Miranda! pisa fuerte y se coloca en la cima de su propia historia en nuestro país, confirmando su influencia e importancia en la escena de pop latinoamericano.
Miranda! volvió a la carga con un single electro pop ultra-bailable, que narra la asimetría entre un amante que entrega todo y no recibe nada a cambio.
En el estribillo, las voces de Juliana y Ale parecen provenir de un único juego de cuerdas vocales que se suman al bombo en negra que marca el ritmo de la canción y de nuestros pies, y nos deja flotando mucho más alto que las nubes, alcanzando la alquimia perfecta como para arrastrarnos, inevitablemente, a la pista de baile.
Una vez más, Miranda!, al igual que el color, absorbe una parte de las ondas y refleja solo las positivas.
Foto: OCESA/Liliana Estrada
