Por: Ángel Armando Castellanos 'Araña'
¿Te da pena que te regalen un condón en la calle o ir a pedirlo a un centro de salud? Sí, te hablo a ti, mujer y sí, lo hago desde la perspectiva de un hombre que se cuestiona los roles que la sociedad nos impuso. ¿Por qué te da pena? ¿Qué es lo que te da pena?
¿No sería genial que tú misma cuidaras de tu salud? Porque no sólo hablamos de prevenir un embarazo no deseado. Es decir, si quieres verlo como algo "malo", ese es justo el menor de los "males" y se "cura" con una pastilla del día siguiente.
¿Pensaste alguna vez en el VIH?
Antes de que te sientas ofendida déjame decirte algo. Puedes contraer el VIH incluso en una relación "estable". ¿Sabías que el 80% de mujeres que viven con VIH en México lo contrajeron justo en ese tipo de relaciones? Y aquí voy, no hablo de fidelidad, pero, ¿de verdad te consta que tu pareja SIEMPRE se protegió en relaciones sexuales anteriores a las que tuvo estando contigo?
Tal vez debería pedirle al editor de este texto que dejé un par de espacios mientras lo piensas. Mejor no. Ambos sabemos que es imposible que te esté segura de eso, salvo que seas el caso 1 de un millón -por poner un número- que ha acompañado a su pareja desde el día en que nació.
Y no. No quiero decirte que justo ahora debes salir corriendo a preguntárselo. Sería incómodo. Tal vez, sólo tal vez, además de que ambos se hagan una prueba gratuita, rápida y confidencial de VIH (en AHF México, por ejemplo) deberías pensar en llevar condones siempre y en aceptar si te los dan en la calle.
Porque al final la relación es de dos -mierda, maldito cliché- y por lo tanto, así como ambos poner su parte para que las cosas funcionen también es responsabilidad de ambos protegerse del VIH. Insisto, no es que haya infidelidad, es que ninguno está seguro de lo que pasó o dejó de pasar antes...
