En su nombre lleva la corona del jazz vocal femenino, Ella Fitzgerald, la niña de Virginia que llegara a Nueva York abandonada por su padre a una edad temprana y quien quedó huérfana a los 15 años -en los tiempos más complicados de la Gran Depresión estadounidense-, su situación se mantuvo así hasta el glorioso día del 21 de noviembre de 1934 en el teatro Apollo en Harlem. La joven cantante e integrante favorita de la banda de Chick Webb, célebre baterista que al fallecer le heredó su big band; alumna de la improvisación vocal “scat” desarrollada por Louis Armstrong y con quien realizara tres maravillosos discos; las inolvidables recopilaciones de afamados compositores, que registró en los aclamados Songs Books, junto con la Jazz At The Philharmonic (JATP) del “impresario” Norman Granz; actuó para cuatro filmes, participó en muchos programas de televisión, reconocida a nivel mundial con sus más de 200 discos lanzados, catorce Premios Grammy, Medalla Nacional de las Artes, entre otros tantas glorias y ritmos que interpretó, a quien con su humildad, trabajo, junto con su enorme talento se le considera… la “primera dama de la canción”.
Las historias son muy diversas en aquellos años dorados del ritmo roto, fue entonces cuando una chica negra, pobre y huérfana, logró convertirse en el referente del jazz vocal femenino, su nombre… Ella Fitzgerald.
La “primera dama de la canción” y el maestro del scat “Satchmo”, grabaron una serie de álbumes, que se convertirían en joyas del jazz: Ella and Louis (1956), Ella and Louis Again (1957) o Porgy and Bess (1959). Respecto al scat, Fitzgerald describiría su fórmula: “Robé todo lo que escuché, pero principalmente traté de imitar el sonido de las trompetas”.
"Sé que no soy una chica glamorosa y no es fácil para mí levantarme frente a una multitud de personas. Antes me molestaba mucho, pero ahora tengo claro que Dios me dio este talento para usarlo, así que solo me quedo ahí, de pie y canto…” E.F.
En sus apariciones en televisión, fue invitada a los programas: The Bing Crosby Show, The Dinah Shore Show, The Frank Sinatra Show, The Ed Sullivan Show, The Tonight Show, The Nat King Cole Show, El show de Andy Willams y El show de Dean Martin, además de grabar dos especiales para la prestigiada cadena londinense BBC. Entre las tantas gratas declaraciones, la de Sinatra “La Voz”, sería una de las más atinadas de aquellos años setenta: “La mejor manera de empezar cualquier velada musical es con Ella Fitgerald”.
"A través de los años, descubro que no solo tengo a los fanáticos de mis días, sino a los jóvenes de hoy y eso significa que todo valió la pena…" E.F.
Incluida en el Salón de la Fama de Down Beat; galardonada con el Kennedy Center Honors; en 1987 recibiría del presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan, la Medalla Nacional de las Artes; 14 premios Grammy, más que cualquier otra cantante femenina -uno de ellos, por logros y trayectoria artística-; más de 200 álbumes lanzados; cantante en todo tipo de alineación jazzística, ya fuera desde un elemento, hasta una orquesta; en su voz que registraba hasta tres octavas, interpretó diversos géneros musicales, tales como swing, bebop, balada, blues, soul, bossa nova, calipso, góspel, himnos navideños e incluso temas de bandas como The Beatles “Hey Jude”, Cream “Sunshine of your love” o “Get ready” de los Smokey Robinson. Definitivamente, la combinación de talento, humildad y constancia, es lo que hizo de Ella… la “reina del jazz”.
Por: Glen Rodrigo Magaña
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