Que Sharon Van Etten es una artista talentosa resulta evidente desde hace ya tiempo, gracias al contenido de discos como Tramp, 12 o el maravilloso Are We There, 14. Ahora la norteamericana demuestra además que para ella caer en el acomodo creativo no supone una opción, manifestándose como autora inquieta y capaz de acomodar intereses inéditos a cada nuevo paso.
El quinto álbum de estudio de la vocalista es un trabajo estilísticamente variado y enriquecido, en una manifestación ambiciosa y arriesgada de la que la de New Jersey sale ampliamente victoriosa. Una obra que incluye el sentimiento marcado y sincero de “I Told You Everything” o “Jupiter 4” con claros ecos del slowcore de Low, pero también irresistibles singles de indie-pop contemporáneo como “Comeback Kid” o “Seventeen”. Destaca además el acercamiento al dream-pop de Cocteau Twins en “Memorial Day”, una “You Shadow” al estilo Cat Power, o el medio tiempo “No One’s Easy To Love” que ¿sorprendentemente? recuerda a los mejores Garbage.
Apostando por la aportación de unos sintetizadores siempre medidos y bien colocados, la vocalista ha logrado dar un aspecto diferente a sus canciones, sin llegar a traicionar la propia esencia inherente a su trayectoria. Se refuerza así la posición de Sharon Van Etten como brillante representante de la nueva ola de mujeres con aptitudes y personalidades arrasadoras, en una liga jugosísima en la que también juegan Courtney Barnett, Julia Holter, Anna Calvi, Angel Olsen o Meghan Remy –aka U.S. Girls–.
Remind Me Tomorrow es un conjunto misterioso, embaucador, inspirado e inspirador, que recrea cada una de sus diez paradas con calma y una precisión e imaginación tan elegantes como en realidad sobrias. Un álbum coherente y sólido pero de contrastes meritorios y que, por encima de todo, supone el triunfo de la firmante como autora de profundidad y recorrido.
