Ana María se llama. No pasa de los 30 años. Está en el Escenario Indio del Foro Sol durante el Vive Latino. En lugar de tomarse una cerveza, corear la canción de su banda favorita, slamear o pasar el rato con sus amigos, se dedica a cuidar los baños.
Charla con Rocksonico. No permite que se le tomen fotografías. "Es mejor para evitarme un problema con la gente de OCESA, son muy especiales con eso", explica. Lo suyo es evitar que hombres ebrios ingresen a la zona de sanitarios para mujeres.
"La neta no es tan pesado, bueno, sólo al final, llegan muchos tipos que ya están ebrios y se ponen impertinentes, no entienden que sus baños están del otro lado", cuenta visiblemente desesperada. Ya está oscuro y más de uno quiere pasarse sus indicaciones por el arco del triunfo.
Detalla que la idea es proteger a las mujeres. Varias están alcoholizadas y sedadas por alguna droga -mota, sobretodo. "Nunca falta el wey que trata de meterse para pasarse con una chava. Por eso uno tiene que ser estricto, para cuidarlas", añade.
Habla también sobre la música. Sí, le gustan varias bandas del show, pero "estoy tan concentrada en ver que ningún tipo se meta a esta zona que no le pongo atención a las canciones, sólo al principio, que está más leve el trabajo".
Esta no ha sido su primera ni su última noche. Ana María ya cumplió con esta labor en los shows de Coldplay y Guns and Roses. Antes de terminar la charla -ya va a empezar la presentación de Café Tacvba- revela que el público metalero es mucho más respetuoso. "No sé qué les pasa a los chavitos que vienen a oir pop", sentencia.
Por: Ángel Armando Castellanos 'Araña' | Garrobofilms