Aquí está Ela Minus, quien hoy se convierte en la primera latinx en firmar con Domino Records y lanzará su debut, acts of rebellion, en la afamada casa independiente el 23 de octubre.
Su punzante e íntima voz, en conjunto con una selección de máquinas análogas que funcionan como la extensión de su cuerpo, han refrendado un crucial manifiesto sonoro que honra el día a día y la velocidad con la que se vive en el Sur. Han hecho una apología a la belleza de lo simple, han celebrado la importancia de librar pequeñas luchas y se han desmarcado de las etiquetas y los lugares comunes.
Esto es evidente en el nuevo sencillo/video, "el cielo no es de nadie", una oda a los los pequeños y constantes actos de amor de cada día, cantada en español, su idioma natal.
Después de compartir las canciones "they told us it was hard, but they were wrong" y "megapunk," este nuevo sencillo desafía la idea de que un acto grandioso vale más que muchos pequeños. El video, co-dirigido por Ela y Pepi Ginsberg, presenta imágenes vertiginosas de sus máquinas, mientras ella se mueve por el escenario y los pasillos de una discoteca desolada. Ofrece así un vistazo al mundo íntimo y visceral en el que habita Ela y su música.
"Creo más en los actos pequeños, constantes, pacientes y poderosos que en las grandes hazañas inmediatas. Quiero desafiar la idea de que lo heroico es más poderoso que lo cotidiano. -Es más difícil dar el tiempo/ que el cielo entero."
Ela, después de pasar años estudiando cómo diseñar sintetizadores basados en software y de haberse especializado en la interpretación de batería de jazz y síntesis musical en el Berklee College of Music, ahora ha delimitado su frontera sonora sin escrúpulo alguno, dándole la espalda a los computadores y a los instrumentos acústicos, pasando únicamente a utilizar sintetizadores análogos para interpretar, escribir y grabar. Con ello logró crear un sonido robusto y adecuado para una sala íntima, oscura, repleta de bajos y baile. Sus palabras ingeniosas y directas son catárticas — en parte — debido a su proceso de composición. "Siempre empiezo a escribir improvisando sola," dice. "Una vez que tengo partes instrumentales con las que me siento contenta, de forma intuitiva agarro el micrófono y canto una frase con una melodía. Siempre conservo esa primera frase."
Es así, como en acts of rebellion se perciben las historias escondidas en el día a día. Puedes entrever la personalidad de Ela y sus puntos de vista; puedes sentir su presencia, ver sus huellas digitales impregnadas en cada rincón. En esa declaración de realidad, en esas bocanadas y suspiros, habrá diez cortes que fusionan de manera quirúrgica las máquinas y su humanidad, haciendo que pocos elementos suenen con absoluto rigor y peso, pero a la vez, nos abracen sónicamente con inmensa alegría y esperanza.
A través de este debut, Ela Minus nos pedirá pensar, bailar y amar, mientras derrama humanidad con su hardware – máquinas que hacen ruido a su lado y que nos hacen sentir más vivos.